Por Luis Martínez, Redacción Jornada
Nos preguntamos también si los planes activos en la Educación argentina corren acordes a los tiempos, es decir, si le abre las puertas a incorporar los fenomenales cambios tecnológicos o, si el plan educativo va de la mano con la idea de que los chicos se enamoren de sus materias.
El abandono escolar o la deserción son dos conceptos que se han utilizado para referirse a un fenómeno de la educación secundaria que tiene que ver con el hecho de que un gran número de jóvenes se retiran de las aulas y del sistema educativo. Hecho que no es nuevo, pero que con el paso de los años parece repetirse y, lo que es peor, agravarse.
Es importante recordar que en nuestro país la educación es reconocida como un derecho y el Estado, tanto nacional como provincial, debe asegurar la igualdad, gratuidad, laicidad y el acceso a todos los niveles del sistema educativo.
Pero, un trabajo conocido recientemente, el “Índice de Resultados Escolares: ¿Cuántos estudiantes llegan al final de la secundaria en tiempo y forma?” realizado por el Observatorio de Argentinos por la Educación muestra un dato más que preocupante donde sólo el 13% de los estudiantes termina el secundario a tiempo y con buen nivel en el país.
En Argentina, solo 13 de cada 100 estudiantes que comenzaron primer grado en 2011 llegaron al final de la secundaria en el tiempo teórico esperado, en 2022, y con conocimientos satisfactorios de Lengua y Matemática. La cifra, basada en datos posteriores a la pandemia, supone un retroceso con respecto a los resultados de cohortes previas de alumnos, como las de 2005-2016 y 2009-2020. Datos para pensar, ¿verdad?
A nivel nacional, de cada 100 estudiantes que empezaron la primaria en 2011, 61 llegaron al último año de la secundaria en el tiempo esperado (12 años después). Esta cifra es mayor que las de cohortes anteriores: contrasta con un 46% en la cohorte 2005-2016 y un 53% en la cohorte 2009-2020.
Los datos muestran que, en paralelo a un aumento gradual en el porcentaje de estudiantes que pasan de año y llegan a tiempo al final de la secundaria, se produjo también un retroceso de los aprendizajes, especialmente en Lengua y Matemática.
Según este trabajo, las dos jurisdicciones con mejores índices en 2022 son CABA (29%) y Río Negro (18%). Igualmente, indica que hay varias jurisdicciones donde menos del 10% de los estudiantes llegan al último año de secundaria con la edad y los conocimientos esperados; la cifra desciende al 5% en Corrientes, Formosa y Santiago del Estero.
En 20 de las 24 jurisdicciones viene aumentando la proporción de estudiantes que llegan al último año de la secundaria en el tiempo esperado. Al comparar la cohorte de 2011 con la de 2009, todas las jurisdicciones registran un aumento en la proporción de estudiantes que llegan al último año de sus estudios en el tiempo teórico, con excepción de Córdoba y Corrientes.
Ahora bien, en Mendoza la Dirección General de Escuelas (DGE) dio a los resultados del segundo Censo de Fluidez Lectora 2023, llevado a cabo durante los últimos días de julio y los primeros días de agosto en escuelas de nivel primario de gestión estatal y privada.
De que se trata la fluidez lectora: “Es la lectura que se realiza sin esfuerzo que facilita la comprensión de los textos mediante la pronunciación y entonación adecuada de las palabras”.
El Censo dejó en evidencia la importancia de la asistencia y la mejora en la lectura de cada niño y niña. Esta experiencia que implementa la DGE muestra que los estudiantes que más asisten de manera regular a clases obtienen mejores desempeños y mejoras en sus aprendizajes.
Se registró una notoria suba de 18 puntos porcentuales de niños y niñas por encima del nivel básico, dejando constancia de una mejora significativa en nuestros estudiantes de 3º grado. Hay que destacar que en los estudiantes de 3º se registró una disminución de casi 15 puntos porcentuales de niños y niñas que se encontraban en el nivel crítico durante el censo realizado en abril.
Estos progresos también son muy notables en el entorno de las escuelas rurales, donde se obtuvo una reducción de nivel crítico de 19,1 puntos y se llegó a mejoras en el desempeño avanzado, con 22,4 puntos de porcentaje.
Bien hasta aquí dos puntos de la actividad que forma a los jóvenes para el futuro en la Argentina. Señales que debemos leer entre todos. La familia para acrecentar el compromiso con los integrantes de esa familia y la sociedad de garantizar el estudio, enviando los chicos a la escuela, en primer lugar. Luego, el Estado brindando las herramientas necesarias para que niños y jóvenes puedan adquirir conocimiento para su futuro desarrollo.
Llegará el momento en que la Educación en la Argentina deje de tener diferencias por sectores o niveles sociales y sea pareja para todos. Además, con planes educativos aggiornando los modelos para que sean atractivos y los estudiantes se enamoren de sus materias. Quizás sea ese el secreto.