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Jujuy arde, también las listas electorales

Constitución modificada al vapor en Jujuy, como si fuera una ley rutinaria. Piedra libre al capital privado sobre el litio y las propiedades comunales. Limitaciones extremas a la expresión de la protesta social.

Redacción
24/06/2023 22:05
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Por Roberto Follari, Especial para Jornada

Bajos salarios para docentes y estatales. Resultado: la provincia lleva dos semanas de manifestaciones permanentes, masivas y multiplicadas en todo el territorio local. Fuerte represión, un participante perdió un ojo. Cientos de detenidos, decenas de heridos. Una desmedida reacción desde la fuerza del Estado,  juzgada negativamente por diversas organizaciones internacionales, como mostró el presidente de la Nación. Un Morales apoyado por toda la cúpula de JxC, donde hasta figuras como Lousteau -que pretenden pasar por progresistas- sostuvieron la violencia estatal, de manera unánime y sin fisuras. Para muchos, un laboratorio de lo que ese sector podría hacer si llega nuevamente a comandar el poder político del país.

  A la hora de escribir esta nota, hay todavía 14 piquetes vigentes en la provincia, a pesar de los intentos de Morales por apagar la protesta con un inesperado aumento a los  docentes: hasta ahora, con pocos resultados.

  Igual, Morales ha sido ungido con el sitial de precandidato a la vicepresidencia en la lista de Larreta. Eso muestra que lo de “palomas” y “halcones” es una pátina: quizá los define a Larreta y Bullrich en sus pequeñas diferencias mutuas. Pero no a quienes los acompañan: con Larreta abundan los personajes de posturas extremas, como Wolf, como Pichetto, ahora como Espert. “Cárcel o bala”, recita como un mantra el político de derechas, pasado a JxC a partir de su fracaso con un partido propio.

  En el ex Frente de Todos (Unión por la Patria), el ruido ha sido extremo. Se lanzó prematuramente, por una filtración, la fórmula Wado de Pedro/Manzur. Demasiado pronto: hubo tiempo para la reacción de gobernadores, y para la reapertura de las presiones que Massa había ya lanzado dos semanas antes, vía Cecilia Moreau. Y ahora se tiene a la fórmula Massa/Rossi como oficializada.

  La fórmula final es más competitiva electoralmente, y produjo clara preocupación en el espacio mediático opositor: las caras largas de los voceros lo decían todo. El día anterior, se regocijaban afirmando que el peronismo había decidido perder la elección.

  Pero sin dudas la candidatura de Massa no cayó bien en el kirchnerismo militante, espacio principal del peronismo vigente. Es que, aunque electoralmente pueda ser buena opción, lo sucedido relega la conducción del kirchnerismo dentro del conjunto del peronismo, y pone a la cabeza a un candidato que ha sido abierto opositor del kirchnerismo en general, y a veces del peronismo como un todo.

  Es cierto que Massa ha hecho buen papel en el ministerio, casi como un malabarista para sortear situaciones difíciles, que aún continúan. También lo es, que sucesivos errores en la conducción kirchnerista le han permitido llegar a un lugar que hace un año era impensable.

  Dos procesos se han coligado para llegar a la candidatura. El primero, muy poco advertido, hace a los ataques de Cristina al equipo económico de Guzmán, en los tiempos de “agarrar la lapicera”. La salida del ministro -fruto de tales ataques- produjo un enorme agujero, que la vicepresidenta pareció no haber previsto. Batakis no daba la medida, las corridas bancarias no paraban, y se debió apelar a Massa: vino a ser el inesperado protagonista de una salida frente a una condición crítica, la cual no ha dejado de seguir hoy. Lo cierto es que el planteo de Massa fue más ortodoxo y ajustador que el de Guzmán, pero ya no hubo espacio para oponerse sin desatar una peor crisis.

  La segunda instancia fue la decisión de la Cámpora de impedir las PASO, con la consigna de “una sola lista”, con fuertes presiones para bajar a Scioli -que lo ha hecho luego ante la candidatura de Massa-. Detrás de Scioli, la voluntad presidencial de hacer un juego diferente u opuesto al de Cristina.

  “Una sola lista de unidad”. Massa insistió en la consigna, mostrándose como afín a que Cristina eligiera, y que así no hubiera PASO. Los gobernadores, de modo sorprendente, también aparecieron como apoyando a la vicepresidenta. Ya cuando la CGT, de cúpula casi siempre antikirchnerista, dijo lo mismo, fue para desconfiar.

  Todos simularon seguir la voluntad de la Cámpora, que se supone sería la de Cristina: una sola candidatura, que ella elija. Pero cuando eligió, estuvo claro que la idea era otra: evitar las PASO, e imponer el candidato desde Alberto, la CGT y los gobernadores. Así, la candidatura de Wado -que tenía cierta debilidad electoral- fue reemplazada por la de Massa, alentada por cierto conservadorismo de los líderes provinciales. Y sustentada en el ”sálvese quien pueda” que pudo haber si Massa abandonaba el ministerio.

  Hay incomodidad en el kirchnerismo, pero la gran mayoría de sus seguidores preferirá votar esta fórmula antes que las autoritarias de JxC y toda la derecha. Los fuegos de artificio de Grabois son totalmente irrelevantes en esto. Pero queda la duda de fondo: el kirchnerismo ya no es la conducción indisputable del peronismo, y este podría tomar rumbos insospechados, desde el predominio de un Massa que más de una vez lo ha confrontado.-

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Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista Diario Jornada.

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