El Tribunal Oral Federal de San Juan que autorizó el arresto domiciliario por cuestiones de salud de De Marchi, ordenó la detención luego de que en las redes se conociera que fue parte de los festejos organizados por el hijo sacerdote de Olivera, originario de la congregación sanrafaelina del Verbo Encarnado, quien defiende genocidas, es amigo de la vicepresidenta y exibe en sus oraciones un rosario hecho con balas.
Cuando se conoció por imágenes y videos los detalles de la fiesta de Jorge Olivera y su esposa y cómplice, el fiscal ordenó la investigación del caso y el juez Raúl Fourcade dispuso su arresto domiciliario provisorio. Olivera se jactaba en público haber violado varias veces a la modelo Marie Ann Erice, luego de torturarla y finalmente la asesinó, por lo que fue detenido en su escondite de Italia y luego condenado en Francia. Por ese y otros casos de torturas, tenía el apodo de "Carnicero de San Juan"
En diciembre de 2022, De Marchi asistía a su tercer juicio y la fiscalía pidió que lo condenaran a perpetua. Sin embargo, el TOF de San Juan suspendió el trámite del proceso contra De Marchi y ordenó su inmediata libertad alegando cuestiones de salud ya que el Cuerpo Médico Forense certificó que tenía patologías múltiples y no estaba en condiciones de comprender una acusación en su contra.
El Tribunal Federal de San Juan ordenó el martes un chequeo físico a "Capitán Bigote" De Marchi. La fiscalía pidió que se evalúe si pudo haber simulado en 2022. El fiscal Dante Vega, a cargo de la unidad de asistencia en causas de violaciones a los derechos humanos reclamó que los expertos analicen cómo se lo veía en la fiesta de Olivera.
Olivera y De Marchi son amigos y cómplices desde jóvenes. Asesinaban, violaban, torturaban, escapaban y se escondían juntos desde sus inicios como violentos al servicio de la dictadura iniciada en marzo de 1976, en el regimiento de Infantería de Montaña 22 con sede en San Juan. Por eso Olivera y su esposa Marta Ravasi, que siempre los ayuda a escapar lo invitaron a su fiestita 50 años de casados.
De Marchi integraba la Plana Mayor del RIM22; Olivera era el oficial de inteligencia (S2). En 2013, fueron condenados por crímenes de lesa humanidad. A los pocos días, lograron que los trasladaran a Buenos Aires a una consulta al Hospital Militar, desde donde se fugaron. Ravasi fue la facilitadora, ya que trabajaba como psicóloga en el hospital.
De Marchi estuvo prófugo hasta diciembre de 2015. Brasil, Uruguay, Mendoza y Buenos Aires fueron sus escondites. Lo encontró la Policía Federal en Almagro, cerca de la casa de su hermana. Cuando Mauricio Macri dijo que con él se acababa el "curro de los derechos humanos" el asesino bajó la guardia y se descuidó. Así, empezó a soltarse y volvió a la vida que le gustaba. Alto Palermo, Patio Bullrich, restaurantes caros y salidas a pasear muy recoletas.
Tenía una condena a 25 años de prisión pero en otro juicio en 2018, volvieron a condenarlo, pero a perpetua. En 2019, después de una protesta en huelga de hambre lo llevaron desde el Hospital Penitenciario de Ezeiza a su casa con la excusa de la pandemia.
El Tribunal OF tiene que resolver qué hacer con Olivera y su arresto domiciliario. Sobrevivientes víctimas de estos delincuentes reclamaron que no tengan más el beneficio de la detención domiciliaria.
La fiscalía pide que se les prohiba festejos, bailes, y toda otra muestra de algarabía y festejos con invitados, shows y banquetes pantagruélicos y que se realicen controles en su domicilio.