La crisis de los bancos de Estados Unidos, con secuelas en Europa, no se sabe cómo acabará. Los casos afectados en EE.UU. son de tamaño mediano, nada que ver con los problemas de hace casi quince años: pero podrían arrastrar a otros. El Credit Suiss europeo, en cambio, es un banco de gran escala: y si bien el Estado salió a dar garantías, no está cerrada la situación. Si hay descalabro financiero, todo el sistema económico mundial -y muy especialmente el occidental- pasará severas turbulencias.