Una vez que finalizó la participación de Gimnasia y Esgrima en el reducido luego de caer por la mínima diferencia ante Quilmes en doble partido -primer tiempo suspendido en cancha del Cervecero y la otra mitad en el estadio de Platense- a puertas cerradas. Ya disfrutando de unos días con su entorno íntimo, el uno gimnasista habló a través de Radio Jornada 91.9. "El descanso viene bien para estar con la familia. Pero, bueno ya cuando pasan algunas semanas, uno quiere volver a entrenar, a competir. Ahora, voy a relajar un poco la cabeza y disfrutar del entorno familiar" comenzó diciendo.
Respecto a la participación del equipo y la posterior eliminación frente a Quilmes, el cordobés comentó: "Lamentablemente no llegamos a donde queríamos. Pero, nos fuimos con la frente en alto. Tengo contrato hasta el 31 de diciembre y luego en enero tengo que volver a Estudiantes de Río IV. Pero, ellos continúan en competencia, no quiero molestar. Ellos se han comunicado conmigo para definir como sigue mi situación contractual. Yo viene sin opción de compra desde Río IV por eso me tengo que presentar en Estudiantes" agregó.
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El arquero tuvo palabras de agradecimiento para la institución de calle Lencinas. "Gimnasia es un club que yo aprecio mucho. Hace casi un año que estoy y me abrió las puertas. Me hizo sentir jugador de vuelta. Les agradezco a Fernando -por el presidente Porretta, a Joaquín -por Sastre, el ex DT-. Ahora, debo esperar que se comuniquen con mi representante y luego definiremos mi futuro. Yo sigo en Mendoza porque mi hijo está en el colegio hasta el 10 de diciembre"
Con respecto a los cuartos de final del reducido donde está su club; Estudiantes riocuartense, Olivera expresó: "Veré los dos partidos. Le deseo lo mejor a Estudiantes frente a Atlético Rafaela. Yo tengo un pasado ahí y dejé muchos amigos. Con Alicio -por Dagatti- tuvimos muchas idas y vueltas. Por supuesto, que él defiende lo suyo, como presidente de la institución y yo; lo mío. Típico de presidente-jugador. Cada uno defiende sus propios intereses. Tengo una relación normal. Dagatti estuvo en momentos importantes en mi vida (cuando transité mi cáncer de testículos) me obligó a realizarme las quimioterapias. Cuando yo me recuperé tuvimos algunas diferencias, y yo no tuve la posibilidad de quedarme a demostrar que estaba óptimo para jugar. Me dolió mucho que no se me diera esa chance" agregó.
Olivera repasó los incidentes en cancha de Quilmes que fue motivo de suspensión tras la explosión de una bomba de estruendo cerca de su humanidad y que afectó su audición por unos días. "Con lo que pasó, yo quedé como el malo de la película. En mis redes sociales, recibí infinidad de mensajes. Tuve que cerrar por un tiempo el instagram. Tenía fácil entre 4000 o 5000 mensajes (no pude ver a todos) pero viendo algunos, eran amenazas, deseándome el mal. Fue una locura. Pero, miedo con lo que pasó, nunca tuve" dijo.
"Primero está la salud y la felicidad, luego el fútbol. Seguramente ellos -por los hinchas- no lo entienden así, y está bien que así sea. Se enojaron conmigo y no con los 5 o 6 tipos que tiraron la bomba. Típico del fútbol argentino"
"El partido se tendría que haber jugado, pero sin gente" comentó respecto a la reanudación en cancha de Platense. Y agregó: "los dirigentes de Quilmes, parecían barrabravas porque lo puteaban a Porretta, a mí me gritaron el gol en la cara y el árbitro no hacía nada. Yo la veía venir. Antes de comenzar el mini partido, vino Paolo el entrenador de arqueros y me advirtió que me iban a venir a buscar y provocar, vos no reacciones me dijo, porque si te expulsan no comenzás jugando el año próximo. La verdad que la pasé mal por estas situaciones"
Respecto a la disputa de los dos tiempos (23 y 22 minutos respectivamente), el uno analizó: "Ganaron bien. Nosotros no tuvimos opciones de gol. Pero de ahí, a que te vengan a gritar el gol en la cara, te gasten y el árbitro no haga nada. Pero, bueno, es el fútbol argentino" se resignó.
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"Si Gimnasia hubiese ganado el partido habría sido una locura. Nosotros nunca le faltamos el respeto; ellos sí. No sé si se iba a producir una batalla campal, pero que se armaba lío, seguro".
Para no perder el ritmo de entrenamientos, Brian Olivera corre por las mañanas durante 40 minutos y por la tarde, asiste al gimnasio. Además, alterna bicicleta junto a su hijo. "Si no entreno, voy a volver como una bolsa de papas" bromeó.