Sin brillantez, pero con efectividad, pragmatismo y un enorme triángulo final compuesto por su arquero Thibaut Courtois y sus dos marcadores centrales, David Alaba y Eder Militao, el Real Madrid aguantó los embates del Liverpool y lo venció 1-0 con gol de Vinicius Junior, aprovechando uno de los pocos errores defensivos de su rival, para llevarse la decimocuarta Copa de Europa de su legendaria historia.