Por Roberto Follari, Especial para Jornada
Los cruces permanecen, y Larreta logró que entraran el mencionado ultraderechista, y la desdibujada Stolbizer. Pero Schiaretti, con más bagaje electoral, quedó fuera: sobre todo por la confusión que traía a la elección cordobesa y la lápida que implicaba sobre la candidatura de Luis Juez. El gobernador del “cordobesismo” se ofreció gratis, y fue rechazado: una posición poco elegante. Está en un off side que trata de ocultar hablando confusamente de “frente de frentes” y de que él -a pesar de las evidencias- viene a ser peronista. Peronista de Macri, según se ha comprobado.
Pero si de confusiones peronistas se trata, la semana ha sido pródiga. A las PASO las inventó el kirchnerismo: no está de más recordarlo. Ahora, es desde ese mismo espacio que se ha intentado desactivarlas. Scioli, con el evidente apoyo presidencial, ha insistido en que se realicen. No es el único (están Rossi, Grabois, ahora dicen que Manzur), pero sí el principal. Desde el Instituto Patria, notoriamente, la idea era que la designación de candidatos la hiciera la ex presidenta, en acuerdo secundario con Massa: y se ha tomado la decisión de ir a las PASO -no sólo legal, sino ejercicio de un derecho legítimo- como un reto al liderazgo de Cristina.
Los candidatos de la vicepresidenta tienen alta posibilidad de ganar en las PASO: no se ve cuál sería el problema. Se garantizaría incluir las minorías, e igual se obtendrían los cargos principales.
Por eso sonó poco comprensible el comunicado de Máximo, de singular grandilocuencia, gastando una vez más pólvora en la interna. La acusación de que se pudiera ir a la justicia electoral, según había señalado Aníbal Fernández, por ser “la misma justicia” que persigue a Cristina, no es muy sostenible: es el mismo poder judicial al cual Cristina hace sus apelaciones, el único que hay en la Argentina. ¿O acaso los organismos de derechos humanos que presentan la acusación a genocidas ante este poder judicial, vendrían así a legitimar la persecución judicial -indudable- que hay contra la vicepresidenta?
Al día siguiente Cristina corroboró ese razonamiento desde Río Gallegos, y cientos de wasaperos más los pocos periodistas no afines a la derecha opositora, siguen repitiendo lo mismo, como si estuviéramos ante un silogismo de lógica impecable. Apelar al poder judicial -sostienen- es reforzar los ataques tribunalicios a la ex presidenta.
Lo cierto es que, salvo alguna posible negociación de última hora, va a haber PASO en la coalición, ahora denominada Unión por la Patria: una unión que, después de tamañas furias, habrá que construir. Las condiciones en que se pactó la representatividad de minorías no son óptimas pero tienen cierta razonabilidad, en vez del piso de 40% que se les quería imponer para alcanzar alguna presencia legislativa.
Scioli se encargó rápidamente de mostrar sus propios lados débiles: fue a un programa de tv, y declaró que le gustaría tener a Patricia Bullrich colaborando en su gobierno. ¡¡Patricia Bullrich, la candidata que se asocia a Milei!! En su estilo budista y desapegado, el ex motonauta mostró que en nombre del diálogo también puede llegarse demasiado lejos, y encendió las alarmas de adónde podría llevar a UP un gobierno con tamaña errancia de orientación ideológica.
Massa también aporta lo suyo. Por ahora desde su espacio insisten en que haya un solo candidato, “aunque sea el ratón Mickey”, pues ronda la esperanza de que ese candidato sea el mismo Massa. Pero si hay un solo candidato y no es él; y a la vez no se lo compensa con alguna alta candidatura, veremos si la mansedumbre del ministro -que se recuesta en sus acuerdos con Máximo y Cristina- se mantiene en los mismos términos: basta con recordar la cruda amenaza que lanzó Cecilia Moreau hace apenas 10 días.
Mientras De la Torre (derecha extrema de Bullrich) sigue tensando a JxC, ahora diciendo que va a arreglar con Milei en prov. de Buenos Aires, Milei sigue en caída: ha fracasado totalmente en las provincias, y empieza a bajar en las encuestas de la CABA. Los testimonios de sus ex socios resultan escalofriantes: se lo acusa de hacerse pagar todo, de buscar cargos para sus amigos, de no reconocer a los liderazgos locales.
Y el sector de Larreta esconde sus propios problemas. Gerardo Morales tiene estallada su provincia con movilizaciones permanentes, al imponer una pretendida reforma constitucional hecha sin respetar plazos y con la evidente decisión de ilegalizar la protesta social, así como de facilitar la imposición permanente del capital privado. Es grotesco ver la publicidad que dice que “En Jujuy lo estamos logrando”, mientras llegan los videos de multitudinarias marchas de antorchas y de sombrillas que atraviesan la provincia norteña: en la madrugada de este sábado, hubo fuerte represión sobre la población en Purnamarca. Si esos sectores son los dialoguistas de la oposición, cuesta imaginar cómo serían los que apelan más directamente a la fuerza.
En unos días estarán las candidaturas inscriptas. Acabará así el suspenso sobre la lista principal del ex FdT: aquella que sea aprobada por la ex presidenta, y que luce como la que ganaría las PASO si estas finalmente se concretan.-
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