En tiempos electorales, uno de los conceptos más comentados para salir de la actual crisis, es una posible “dolarización”, es decir, que Argentina deje de tener una actividad económica basada en el peso y se vuelque directamente al dólar.
Se trata de una acción “factible”, pero que puede generar no pocos inconvenientes. Uno de ellos, una hiperinflación, con las lógicas consecuencias de caída del poder adquisitivo de la gente y pobreza.
El economista Fernando Galante habló en el programa “Con peras y manzanas” de Radio Jornada para explicar por qué es tan importante el dólar para los argentinos. Y al ser consultado por una presunta dolarización, consideró que existe una salida “virtuosa” para aplicarla, aunque no la ve con claridad, porque su impulsor, Javier Milei, “no es claro” al explicarla.
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Pero además consideró que hay dos alternativas que generan miedo: la aplicación de un plan “Bónex” por un lado, o una escalada hiperinflacionaria.
“Una dolarización es mucho más sencilla de lo que se cree”, destacó Galante. “Básicamente es agarrar todos los pesos de una economía y cambiarlos por dólares”, continuó. “Pero no solamente billetes, también hay que cambiar todos los depósitos, todas las deudas, todos los contratos, lo que significa renegociar contratos, renegociar deudas, es decir, es una ingeniería muy compleja”, añadió.
“El problema grave de la Argentina es esta ficción de los precios porque no reflejan la realidad. Entonces cuando uno vaya al Banco Central a hacer este cambio de moneda, verá que no tiene activos, o que los activos son negativos -porque el Central tiene reservas en dólares que están negativas, esto es decir, el Banco ha usado dólares que incluso no son propios, son de la gente-, entonces ahí habrá un problema”, explicó.
“Del otro lado hay que ver cuáles son los pasivos del Banco Central, la deuda que ha emitido y la cantidad de moneda emitida, que es ridículamente gigante”, agregó. “En esa situación, si se hace una dolarización, el tipo de cambio puede ser extremadamente alto y sería una tremenda destrucción de valor para los argentinos”.
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Según Galante, las distintas opciones son: o se logra que alguien ingrese un montón de activos, lo cual es dudoso que ocurra. “Milei dice que está hablando con algunos fondos que le van a dar 50, 60 mil millones de dólares, pero no termina de ser claro”, indicó el economista.
“La otra opción genera miedo. Hay que hacer desaparecer los pasivos, y esa es la discusión que existe cuando se habla de Plan Bonex e hiper inflación”, resaltó.
Un plan Bonex sería agarrar todos los pasivos, todas las deudas del Banco Central que tiene principalmente con el sector privado y reestructurarlas, por su incapacidad de pagar al ser tan grandes. Se extenderían los plazos de pago prometidos.
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La hiperinflación en tanto, permitiría “licuar” la deuda del Banco Central. “Cualquiera de estos caminos, menos el de los activos, que sería el único que podría ser virtuoso, es muy malo para la gente y va a significar sufrimiento, caída del poder adquisitivo y aumento de la pobreza”, concluyó Galante.
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