Persecución y balas con una joven herida y un policía lesionado
La evasión de un control policial en Guaymallén terminó con disparos, una adolescente hospitalizada y un agente con lesiones
Un incidente de alta tensión se vivió este jueves en Guaymallén, Mendoza, cuando una pareja en motocicleta evadió un control policial y desencadenó una persecución que dejó como saldo una joven de 17 años herida de bala y un efectivo con lesiones leves.
El comienzo del caos
Minutos antes de las 14 horas, un policía detuvo a una motocicleta Honda Tornado negra que circulaba sin chapa patente en la intersección de Acceso Este y Elpidio González. Ante la voz de alto, el conductor aceleró y comenzó una huida peligrosa, mientras su acompañante exhibía un arma de fuego, intensificando la situación.
Durante la persecución, las maniobras evasivas de los sospechosos provocaron que el policía perdiera el control de su motocicleta, sufriendo escoriaciones en ambos brazos al caer sobre el asfalto en la intersección de Chacabuco y Lateral Norte.
https://jornadaonline.com/policiales/tiroteo-y-persecucion-en-guaymallen-una-mujer-herida-y-caos-en-el-acceso-este-2024121916460Tiroteo y consecuencias
En un intento por detenerlos, el uniformado disparó con su arma reglamentaria, pero los motociclistas lograron escapar hacia el barrio San Cayetano. Poco después, a las 15 horas, una llamada al 911 alertó sobre una joven herida de bala en una parada de colectivos en Ciudad de Milán al 7300.
La adolescente, identificada como la acompañante de la motocicleta evadida, fue trasladada al Hospital Central por personal del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC). Allí ingresó a quirófano con una herida de bala en el muslo izquierdo y quedó bajo custodia de la Comisaría 35ª.
Investigación en curso
El policía involucrado, quien actuó en defensa propia al percibir una amenaza con arma de fuego, será parte de la investigación judicial para esclarecer las circunstancias del hecho. Por su parte, se intenta dar con el conductor de la motocicleta que sigue prófugo.
Lo que comenzó como un control de rutina terminó con un saldo preocupante que reaviva el debate sobre los límites de la legítima defensa y los riesgos inherentes al trabajo policial. Las autoridades trabajan para determinar responsabilidades mientras los vecinos de la zona expresan su preocupación por la inseguridad creciente.