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Muerte en el RIM 11: el soldado dormía en el baño y comía del suelo

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Muerte en el RIM 11: el soldado dormía en el baño y comía del suelo

El joven que decidió quitarse la vida había ingresado a la fuerza a mediados de año. Tuvo dos meses de preparación, por lo que pasó de voluntario a soldado. En ese proceso fue que ocurrió el desenlace fatal.

Redacción
15/10/2022 19:08
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Paolo Alexander Pino Quintero tenía 19 años y el cuatro de octubre decidió quitarse la vida en su casa durante el último franco que tuvo del RIM 11 de Tupungato, luego de haber seguido su vocación de ingresar al Ejército Argentino, tras enterarse que a fines de enero de 2022 se había abierto la convocatoria para incorporarse como soldado voluntario.

Daniel Gustavo Álvarez, abogado de la familia del joven fallecido, describió que "desde el día cero empezó a sufrir actos discriminatorios. Lo trataban de negrito boliviano orejudo. Le decían que no tenían lugar allí. Le preguntaban qué es lo que hacía ahí. Le hacían transportar una piedra de 60 kilos que se la metían dentro de la mochila para se cansara y quedara destrujido mentalmente. De tal manera que él mismo le había puesto nombre a la piedra. Le decía Rocky como una suerte de amigarse con la piedra".

"Se deshidrató en una ocasión y uno de sus compañeros le convidó agua porque ya no daba más con la piedra en su espalda. Y el Ejército se desentendió. Solamente lo llamaron al padre para que lo llevara al Hospital General Las Heras de Tupungato. Eso ocurrió unos días antes del desenlace fatal. Fue al hospital donde lo estabilizaron luego de unas siete horas de atención", contó.

Todo indica que después siguieron los mismos tratos en su contra: "una de las cosas que le hacían hacer, a él solamente, era que llenara su plato de arroz y lo hacían correr solamente con uno de sus pies. Ida y vuelta, ida y vuelta. Y todo lo que se fuera derramando él después lo tenía que comer como si fuera un perro desde el piso. Y así muchas cosas más. La noche anterior a suicidarse, sin que su madre lo supiera, Paolo, le decían Chelo, le pidió a su madre que le diera un abrazo muy fuerte y le dijo que la amaba mucho. Su madre, semanas antes, había hecho el reclamo ante el segundo jefe".

En ese momento, "la madre decidió hablar con el segundo jefe quien produjo un par de tibios cambios. A dos de sus instructores los mandaron a Campo de los Andes y a otro lo cambió de compañía. Por ejemplo, de la A a la B. Y le dijo a la mujer que tuviera cuidado porque después de eso podían haber represalias. Pero nunca a los responsables los sumariaron y mucho menos los separaron del Ejército. Que si ocurría algo que cualquier cosa avisara. Y sí, hubo represalias".

"Siguiero hostigándolo peor todavía hasta que el pibe no dio más y no pudo manejar la situación. Lo hacían dormir en el baño. No le daban cama. Así que tenía su casa en el baño, en la cuadra del Ejército. Y toda esta situación espantosa derivó en lo que ya sabemos. Pero todo lo hizo finalmente con un símbolo, con una sábana del Ejército Argentino, la remera verde, el pantalón blanco de gimnasia y las zapatillas que le habían provisto", apuntó el letrado.

Según dedujeron que "él no se fue del Ejército porque su sueño siempre fue ser militar y no quería defraudar ni a sus padres ni a sí mismo. Entonces muchas situaciones de las que era víctima no las contaba y se las guardaba. Ahora nos estamos enterando de las barbaridades que sufrió por quienes fueron sus compañeros. Él se suicidó en su casa con esa sábana que llevaba y la ropa de Ejército. Se colgó, se ahorcó estando en su casa el 4 de octubre".

"No le daban franco, así que vivía permanentemente de guardia. Salía de una y le clavaban otra para seguir degastándolo y cuando le dieron un pequeño respiro se terminó suicidándose. Él estaba solo en ese momento porque su papá y su mamá habían salido. Cuando vuelven los padres se encontraron con ese cuadro lamentable. Creo que la primera que lo encontró fue una tía. Una vez que lo encontraron lo bajaron pero ya no tenía signos vitales. Más o menos llevaba unas cuatro horas colgado. Él le contaba a su madre lo que padecía y se notaba que estaba muy triste", apuntó.

Álvarez informó que "el lunes que viene nos vamos a constituir como querellantes porque hubo una instigación al suicidio. Porque no hace falta para eso que te den un arma y te digan que te mates. Si alguien hace esta persecución sistemática y tiene autoridad para mandarte debe conocer las consecuencias que puede acarrear. Una de elllas fue esta donde hubo un pibe que no resistió y decidió terminar con su vida. Si yo asumo eso como responsabilidad, hay que hacerse cargo".

 

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