El juez Juan Manuel Pina dictó la prisión preventiva y el humorista mendocino Cacho Garay continuará con detenido con prisión domiciliaria, alojado en la casa de su hermana en Maipú, mientras se desarrolle el proceso de la causa de violencia de género tras la denuncia realizada por Verónica Macías, su expareja.
Según Diario Uno, el magistrado debió llamarle la atención a Cacho Garay en el comienzo de la audiencia porque cuando le preguntó su estado civil contestó "casado en segundas náuseas" (en vez de nupcias).
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La información que brindó Mdz fue que, además del testimonio de la denunciante Verónica Macías, el expediente cuenta con un informe psicológico que determinó que la bailarina está en situación de riesgo por violencia de género y también un examen médico que detectó lesiones compatibles a un abuso sexual. Para la defensa, estas evidencias son nulas ya que no les permitieron poner un perito de parte para controlarlas.
Los informes psicológico y médico que presentó la fiscalía, además de las declaraciones de la víctima de violencia de género, fueron suficientes para que el juez Pina dictase la prisión domiciliaria, tal y como había pedido el fiscal Carniello.
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De todas formas, mantuvo la modalidad domiciliaria que ya había ordenado el fiscal Carniello. El humorista podrá apelar para que un juez revise la medida en segunda instancia e insistir con su libertad.