Según la información que trascendió, la Policía halló en la casa de Cacho Garay: dos escopetas, dos fusiles y una pistola de gas comprimido, cuya tenencia no estaría autorizada. Además, se secuestró un machete y una hacha de importantes dimensiones. El operativo se concretó en una propiedad ubicada en calle 20 de Septiembre. 

Este hallazgo se produjo durante el allanamiento en su casa y precipitó la detención, tras la denuncia de su esposa. El acusado fue trasladado por los uniformados a una comisaría para prestar declaración y, oportunamente, presentar la documentación de esas armas.

El aprehensión de Garay se da a horas de que se conociera la denuncia por violencia de género de parte de su esposa, por hechos que habrían ocurrido el domingo pasado en un hotel de Córdoba. 

El fiscal Carniello ordenó que las armas sean peritadas para determinar si están aptas para el disparo. Ese informe será clave para el futuro procesal del humorista.

Si las armas están aptas para el uso, la situación empeorará notablemente. De lo contrario, se cree que Garay será imputado por un delito menor y recuperará la libertad.

Tras esto Garay terminaría denunciado, y en su regreso a Mendoza volvió a la casa que compartía con la víctima. Según declaró en televisión el abogado de la mujer, "ella está en un refugio. Está económicamente desamparada, físicamente no puede ingresar a su hogar y psicológicamente no puede hablar". 

La intención es que la denunciante vuelva al hogar y a él dicten la exclusión. La pareja lleva 13 años de relación.