El accidente fatal del avión sanitario en Tierra del Fuego, se cobró la vida de cuatro personas que murieron en el acto. La aeronave Lear Jet se estrelló en el aeropuerto de Río Grande, y la empresa a cargo Flying America se dedicaba a prestar servició para vuelos de salubridad.
Lo trascendido es que vuelo estaba destinado al traslado de un bebé de cinco meses, que había estado internado de gravedad en Buenos Aires y que ahora está a cuidado de especialistas de la Clínica CEMEP, un centro de salud privado muy conocido de la ciudad riograndense.
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Según lo que marca la hoja de ruta, la aeronave había iniciado el vuelo en la localidad bonaerense de San Fernando, despegando a las 8.45 de la mañana del viernes. Luego hizo una parada en la ciudad de Comodoro Rivadavia para cargar combustible antes de arribar a Río Grande.
Por lo que se sabe hasta el momento, el avión habría sufrido un desperfecto en las maniobras de vuelo del regreso. Fue así que se produjo la caída de la aeronave en la pista de la Base Naval, lindante con la de Río Grande.
Los tripulantes que perdieron la vida eran tres hombres y una mujer, entre ellos se identificó a dos pilotos, un médico y una enfermera.
Según fuentes oficiales, el piloto a cargo era Claudio Daniel Canelo tenía 52 años, y recién llevaba un año de antigüedad en la empresa donde prestaba servicio - Flying America-, era padre de un joven de 20 años y un menor de 12. Además, tenía domicilio en Villa Tesei, en el partido de Hurlingham.
Por otra parte, el copiloto fue identificado como Héctor Andrés Vittore de 51 años, nacido en Roma, y actualmente vivía en la localidad de La Reja, en el partido de Moreno. Vittore tenía antigüedad en la empresa desde mayo del 2017, y venía de una familia de aviadores. Incluso su hermana Bárbara fue piloto en el Ejército Argentino durante 16 años y es integrante de la Comisión Directiva de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).
La única mujer del trágico accidente fue reconocida como Denise Torres García de 30 años, tenía domicilio en el barrio porteño de Núñez, era licenciada en enfermería y se había formado profesionalmente en la UBA. Además, se desempeñaba en el área de Terapia Intensiva Pediátrica del Sanatorio Finochietto desde el 2017.
El Lear Jet también se llevó la vida de un reconocido médico pediatra, Diego Ciolfi de 52 años, trabajaba para el Hospital de Pediatría Garrahan desde 2012. Era padre de dos hijos y tenía domicilio en San Miguel.
En las redes sociales lo recordaron pacientes y colegas, "Me ayudaste tanto a mí cuando me quemé. Atendiste a mis hijos siempre. Hasta hace una semana que te volví a pedir ayuda para ver cómo hacía con mi hijo. Estoy sin consuelo.... Me conociste desde chiquita a mí y luego atendiste a mis hijos. Hasta siempre Diego", posteó Sonia Rodríguez. "Doc, gracias, mil gracias por haber atendido a mí hijo desde que nació. Siempre estuvo presente, descanse en paz". Decena de publicaciones así se viralizaron en redes sociales.