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Milagro terrenal en Bolivia

28/02/2021 06:34

Aunque nos hagamos los güevones, hay noticias que son fenomenales. A esas noticias se las minimiza, se las ningunea y, pronto, se las traspapela. ¿Por qué? Precisamente porque son buenas noticias y esto, las buenas noticias, no le convienen al despiadado (neo)liberalismo que todo el tiempo siembra miedo, desasosiego, antipolítica y sensación de “fin del mundo”

Desde Buenos Aires   por  Rodolfo Braceli

La insólita noticia, sorprendente y solar, es que la exhausta Bolivia, tan cercada por la pobreza, tan históricamente despojada de sus bienes raíces, tan acogotada por su imposibilidad de tener una salida al mar, esa Bolivia acaba de devolverle a don Fondo Monetario Internacional un préstamo entero de 327 millones de pesos “facilitado” durante el mandato de la alevosa golpista Jeanine Áñez. No sólo eso, el gobierno de Luis Arce, delfín de Evo Morales, le acaba de pagar a don FMI otros 24 millones de dólares por “intereses y comisiones”.

    Un milagro terrenal, un milagro que no cayó del cielo, un milagro sembrado. Bolivia ha devuelto hasta lo que no posee. Esto no tiene nombre, o sí lo tiene. Famosa por sus yacimientos de cobre, de zinc, de plata, de tungsteno, de estaño, de oro, Bolivia al mundo entero le está demostrando que en las sufridas entrañas de su tierra atesora el más colosal de los yacimientos. Yacimiento ¿de?

    ¡De dignidad!

    No es la primera vez que la Bolivia alentada por Evo Morales sorprende al mundo. Hagamos un poco de memoria: no hace tanto que nos cantábamos de la risa porque Evo se reunía con los líderes del mundo vistiendo pulóveres coloridos. En el febrero de hace 6 (seis) años en esta columna escribí sobre “el milagro boliviano”. Recupero algunos párrafos, porque vienen al caso. Escribí entonces:

   La noticia tuvo la desgracia de ser excepcionalmente positiva y, por ser así de extraordinaria, fue ninguneada por los pulpos de la (des)comunicación. Para eso usan la tan mentada y reclamada “libertad de expresión”, para esconder y traspapelar y aterrar.

La noticia del caso suena a ciencia ficción, a delirio: Mediados del año 2015. “Final del formulario Naciones Unidas elige a Bolivia para dirigir la nueva arquitectura financiera mundial”.

    Sigamos escuchando, si es posible desde la buena leche: “La ONU eligió a Bolivia para presidir el comité especial que elaborará un marco jurídico multilateral que regule los procesos de reestructuración de deuda soberana. En Nueva York, los países miembros de la ONU eligieron al embajador boliviano Sacha Llorenti como presidente de ese comité”,

    Es de no creer: no será Alemania, ni Estados Unidos, ni Japón, ni China el país modelo elegido para encabezar el trabajo destinado a instalar una “nueva arquitectura financiera mundial” que enfrentará al superpoder encarnado por los buitres. El comité presidido por Bolivia además “buscará garantizar el desarrollo sostenible de las naciones”.

    Lo conseguido por Bolivia, hacia adentro y hacia afuera, no queda otra que reconocerlo. Evo Morales padeció burlas y mofas. Recordemos y, de paso, veamos cómo la impunidad blanca se ensañó con el presidente Evo. Cuatro países del envejecido Viejo Mundo (Portugal, Italia, España y Francia) el 3 de julio del 2013 prohibieron hacer escala al avión que trasladaba al “indio ese”. Adujeron “problemas técnicos” en sus aeropuertos.

    Problemas técnicos: un alevoso eufemismo que esconde el servilismo de cuatro gobiernos rendidos ante esa Norteamérica que, después de Roosevelt, convirtió a sus presidentes en meros voceros del Pentágono. La “demora” del avión boliviano fue en realidad una especie de secuestro. Puso a prueba la vitalidad de la Unión de Naciones Suramericanas (UnaSur), reunida en Cochabamba.

     Sigo con reflexiones vertidas en esta columna ya en el año 2005. Lo que se le hizo a Evo, el “indio ese”, se le hizo a la América del Sur entera. Ya antes, recién elegido Evo, un cómico de la cadena católica española Cope simuló una llamada con Morales, haciéndose pasar por el ex presidente José Luis Zapatero. Mofa humillante. Pero Evo se sobrepuso a la mofa, gobernó y al tiempo fue reelecto con más del 63 por ciento. Flor de detalle: antes de su triunfo liberó un millón y medio de “secuestrados” (analfabetos). El “indio ese” arrasó en las urnas. Superó el desgaste, la mofa racista y a una derecha que trató de partir a Bolivia en dos. 

    Más memoria. Por años los medios pulpos güevonearon con el pulóver de Evo. Se escandalizaron por su vestimenta primitiva, desde el diario ABC de Madrid hasta el prolijo Vargas Llosa, que alertó a occidente sobre un “racismo indigenista”. El gran escritor usó la libertad más que para ser “liberal” en un sentido primordial, para despilfarrar su stock reflexivo. Medio mundo se cantó de la risa haciendo sociología barata a propósito de ese Evo que visitaba a los mandatarios estelares sin saco, una y otra vez con su pulóver multicolor.

    Ya es tiempo de reparar las barbaries de nosotros, los civilizados adictos a los desodorantes. Damas y caballeros, debajo de la ropa todos somos iguales: estamos muy desnudos. Superemos lo obvio: por otro lado vemos que hay tipos que se disfrazan de ejemplares padres de familia y trabajan de eficaces asesinadores. Ejemplo: por su vestimenta, ¿alguien diría que el hijo de Bush, con la excusa de defender las democracias, perpetraría genocidios preventivos?

    Más preguntas: ¿por qué nos burlamos de aquel presidente que se siguió vistiendo como se vestía antes de ser elegido por las urnas? ¿Hasta cuándo oscilaremos entre la banalidad y la estupidez? ¿Será porque aquí la apariencia es esencial, una virtud prioritaria?

    El caso es que, mientras aquí mismo se mofaban del pulóver de Evo, el aseado, el bieneducado (neo)liberalismo superaba sus propios record de desocupación. Y los países del Primer Mundo estallaban, convertidos en desesperadas esquirlas de la burbuja financiera.30

    Transcurrida la primera década del siglo XXI Unicef nos avisaba que en este planeta mueren cada día, de hambre, unas 100 mil personas. De esas 100 mil muertes hambrientas, 30 mil son niños menores de 6 años. 30 mil por día… Por otro lado, el inspirado EE.UU. sigue alimentando guerras en las que, hasta el genocidio preventivo de Irak, había invertido más de 800 mil millones de dólares. Sólo para matar. Invocando siempre la libertad y la democracia; en realidad sedientos de petróleo ajeno.3030

    Estamos a merced de los eufemismos. Decimos “este planeta”; mejor digamos “este Sistema”. Periodistas y medios que (des)comunican tienen responsabilidades. Ejemplo: cuando diarios, radios y tevé se burlan del pulóver de “el indio ese”, distraen, pasan por alto lo que el indio expresó al asumir la presidencia de su país.

    Evo dijo: “La política es una ciencia de servicio al pueblo. Hay que servir al pueblo no vivir del pueblo.” Y dijo: “No es posible que se privaticen los servicios básicos… Cuando el agua es negocio privado se violan los derechos humanos.” Y dijo: “¿Cómo buscar mecanismos que permitan reparar los daños de 500 años de saqueo a nuestros recursos naturales? Más del 20 por ciento de bolivianas y bolivianos son analfabetos.” Y dijo: “No es posible que haya hermanas y hermanos del campo sin documento personal. En Europa hasta los perros tienen pasaporte.” Y dijo, citando a Túpac Yupanqui: “Un pueblo que oprime a otro pueblo no puede ser libre”.

    Además Evo contó, “para que sepa la prensa internacional, que a los primeros aymaras y quechuas que aprendieron a leer y escribir, les sacaron los ojos, les cortaron las manos para que nunca más aprendan a leer y escribir.”

    Ahí Evo metió dedo en llaga: mediante la analfabetización se consolida la esclavitud. El siglo XXI necesita cada vez más esclavos para que los bien comidos y techados podamos seguir eructando la religión del bolsillo. La analfabetización secuestra.

Durante su primer gobierno Evo, aplicando el método cubano “Yo Sí Puedo”, alfabetizó 1.500.000 secuestrados por la ignorancia. En diciembre del 2008 la UNESCO enteró al mundo: “Bolivia, territorio libre de analfabetismo”. Evo lo demuestra: la paciencia es lo contrario de la resignación.

Naciones Unidas eligieron a Bolivia para dirigir “la nueva arquitectura financiera mundial”. No estamos soñando, estamos viendo lo que, por generaciones, dijimos que nosotros no íbamos a ver, ni nuestros hijos tampoco. Ahora lo sabemos: Bolivia anidaba otros yacimientos, además de los del oro y la plata, los incalculables yacimientos de la dignidad. Con el respaldo inconmensurable de la dignidad la tan saqueada Bolivia ahora acaba de devolverle una millonada de miles de dólares a don FMI. “Muchas gracias. Por favor, no nos protejan más…”).

    Creer o reventar. Mejor creer. Está sucediendo(nos): en las entrañas profundas de la Patria Grande resulta que asoma algo que cotiza mucho, pero mucho más que la despiadada soja, y que el barril del codiciado petróleo, y que el presuntuoso oro. Eso que anida Bolivia se nombra con solo tres sílabas: dig-ni-dad.

[email protected]   ===    www.rodolfobraceli.com.ar

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