El excarapintada realizó un brindis de camaradería, donde enfatizó seguir peleando por el país y los corruptos
El exmilitar carapintada Aldo Rico, que participó de los levantamientos violentos militares durante el gobierno de Raúl Alfonsín, realizó un polémico discurso para celebrar la Navidad junto a sus seguidores. Haciendo hincapié en los dirigentes políticos argentinos y la «lucha» que tienen que afrontar por la patria, el exintendente de San Miguel dejó unas palabras muy alarmantes que se viralizaron por las redes sociales.
En una reunión de camaradería que tuvo el militar junto a varios colegas, Rico habló sobre el mandato que tienen por la patria para defenderla hasta su muerte. Criticando a los dirigentes políticos que pasaron por el poder en los últimos años, el exmilitar dejó en claro que su deber junto a sus compañeros, es defender los derechos de la Argentina y por lo que parece con los métodos que sea.
«La política argentina ofende la inteligencia de los argentinos. Vivimos llenos de mentiras, lleno de falsedades, llenos de admisiones injuria y llenos de admisiones para salvarse de la Justicia», comenzó el discurso de Aldo Rico rodeado de varios exmilitares que lo escuchaban en silencio. «Nosotros que hemos peleado siempre por la patria, tenemos que estar así preparados para seguir peleando por la patria», destacó con firmeza el líder militar.
La reunión se llevó a cabo en «La Halconera», una especie de club para reuniones de comandos de Fuerzas Especiales del Ejército, que está situado en La Calera, una ciudad a las afueras de la capital de Córdoba. Allí el líder político de ese sector habló por más de 1 minutos y sentó las bases de los pensamientos que tienen junto a sus colegas que lo aplaudieron de pie.
«No tenemos alternativa. Tenemos un condicionamiento que es inevitable, hemos vivido por la patria, hemos peleados por la patria y tenemos que estar dispuestos a pelear otra vez por la patria», enfatizó Rico mientras el resto de los exmilitares que estaban allí comenzaron a ponerse de pie y cuando él levantó su copa para brindar todos gritaron a la par: «¡Dios, Patria y muerte!».