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SILENCIAR LA CORRUPCIÓN EN UCRANIA

Hace unos días, Zelenski echó nada menos que a cinco gobernadores y cuatro altos dignatarios del Ejército ucraniano por razones de corrupción, ya que -es lo que pudo colegirse- usaban para su propio provecho los apoyos que interminablemente les envía Occidente para la guerra

29/01/2023 14:29
Volodímir Oleksándrovich Zelenski.
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Hace unos días, Zelenski echó nada menos que a cinco gobernadores y cuatro altos dignatarios del Ejército ucraniano por razones de corrupción, ya que -es lo que pudo colegirse- usaban para su propio provecho los apoyos que interminablemente les envía Occidente para la guerra. Fueron múltiples destituciones. ¿Ud. se enteró? Difícil. A pesar de lo escandaloso de la situación, ha predominado un espeso silencio en la prensa tanto europea como de América: mejor esconder bajo la alfombra situación tan impresentable en Ucrania, la que busca ser presentada por los medios como supuesta “reserva democrática” para oponerla a la imagen de una Rusia invasora y militarizada.

Cierto que Rusia invadió. Cierto, también, que Ucrania había burlado los pactos de Minsk, y que el golpe de Estado de 2014, promovido desde Washington, permitió fustigar al sector rusoparlante de la población ucraniana, a la vez que amenazar a Rusia con la posibilidad de instalar cohetes y misiles en su frontera. Es decir: Rusia invadió, pero había sido acorralado por la presión militar occidental. De hecho, la guerra que existe no es entre Rusia y Ucrania, sino entre Rusia y la OTAN: esa que gasta y gasta, con un Zelenski que pide y pide desmesuradamente, siempre más y otra vez. 

 ¿Por qué se han ocultado las destituciones en Ucrania, masivas y de muy alto rango? Porque Occidente quiere hacer creer que apoya a una sociedad democrática y ejemplar, como sería Ucrania. Democrática no es, pues Zelenski deriva indirectamente del golpe de Estado. Ejemplar quizás tampoco, a juzgar por la cantidad de jefes expulsados por corrupción, que seguramente no han de ser los únicos involucrados.

En el momento mismo en que todos en la OTAN presionaban a Alemania para que enviara sus tanques Leopard, era inoportuno referir a corrupción en la conducción del Estado ucraniano. Por eso el extraño silencio registrado. Lo cierto es que finalmente el premier germano -que estará este fin de semana en la Argentina- cedió a las presiones, pero logró que Estados Unidos se vea obligado también a involucrarse, enviando sus propios tanques de combate.

Europa finge que no está en guerra, que “ayuda” desde fuera a los ucranianos, pero el envío interminable de material bélico, más el entrenamiento dado a militares de Ucrania para usarlo, deja claro un involucramiento creciente, que parece no encontrar línea roja que le ponga límites.

Antes, Biden decía que enviar tropas u armas ofensivas, sería ya declarar la guerra abierta desde la OTAN. Ahora envía tanques, y disimula. Es cierto que los tanques requieren manejo, pericia, son lentos y nada fáciles de operar. No producirán un cambio inmediato en el decurso de la guerra.

Los europeos, jamón del sándwich, muestran sus reticencias por vía de Alemania, pero en el caso de Países Bajos, hablan de enviar aviones de combate. Eso, y abrir a una nueva guerra mundial donde se ejerzan posibles represalias nucleares, es prácticamente lo mismo. La irresponsabilidad dirigencial europea parece ser infinita: es el continente que adquirió mas inflación, que tiene más problemas y encarecimiento con los combustibles, que está en peligrosa cercanía física con Rusia, y que -en vez de tomar prudente distancia- más se dedica a fogonear la escalada del conflicto.

Rusia fracasó en su idea inicial de terminar la guerra con una fácil victoria. Nada de eso sucedió. Ahora, parece haber entrado en fase ofensiva; reconquistó importantes espacios, bombardeó Kiev y alrededores, vimos caer el helicóptero del ministro del interior ucraniano sin que se conozcan las causas. Mientras, Zelenski pide y pide: dice “gracias por los tanques, y manden aviones”, en una actitud de entrega total de su país a la intervención extranjera.

Sin que podamos acceder a información precisa, la impresión es que Rusia está en un momento ofensivo, y que Ucrania quiere revertir su propio retroceso clamando por más apoyo occidental. Pero el involucramiento directo en la guerra por parte de la OTAN, puede tener efectos insospechados: China no está en el mapa geopolítico mundial sólo como observadora. De tal manera, seguir con la escalada militar puede llevar, en tiempos de disuasión nuclear, a resultados desastrosos.-

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