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Una Scaloneta que se proyecta rumbo a la era post Messi

VIDEOS. La Selección es mucho más que "el efecto Qatar" y los objetivos apuntan a solidificar un ciclo de larga duración. Bienvenido sea

 

13/09/2023 08:25
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Sin la figura omnipresente de Lionel Messi, quien siguió siendo el punto de atracción aún sin ni siquiera jugar un solo minuto, a esta performance del seleccionado argentino hay que enmarcarla como un punto de partida hacia una segunda era con proyección no solo en el corto y mediano plazo – eliminatorias y Copa América 2024, respectivamente – sino también en el recambio generacional que inevitablemente habrá post Mundial 2026 y ya con la mira enfocada en 2030 y hacia delante.

Cuando hoy día cuesta imaginarse a una Selección sin Leo, también puede extenderse el concepto respecto de Ángel Di María, aunque este ya haya anunciado que desea retirarse tras la competencia continental donde se defenderá el título identificado con el término “Maracanazo”.

Y, si aumentamos el trazado de esa misma línea en sentido ascendente, el almanaque le pondrá fecha de vencimiento a un enorme referente defensivo tal como lo es Nicolás Otamendi.

Con una muestra de oficio, autoridad, recursos y empatía entre sus componentes, el seleccionado argentino simplificó aquello que se presumía complejo de resolver por motivos múltiples: el fenómeno de los 3.650 metros de altitud que presenta el estadio “Hernando Siles”, en La Paz; el hecho de presentarse sin el mejor futbolista del mundo y su influencia tanto dentro como fuera del campo de juego; el clima previo en modo triunfalista que había generado el DT compatriota Gustavo Costas al citar “contra Argentina nos jugamos una final” y, por último, la demostración del apego a un modelo futbolístico que estuvo lejos de agotarse en la gesta desplegada en suelo catarí.

Argentina mostró sus cartas credenciales en un contexto en el cual Bolivia, sistemáticamente, cortó con faltas leves, medianas y graves todo armado de un circuito que le permitiera a la albiceleste llegar a posiciones de definición con variantes de resolución.

Las tarjetas del árbitro Esteban Ostojich tardaron demasiado en llegar, aunque la expulsión de Roberto Fernández– a instancias del VAR y no por acumulación de amarillas – determinó que el uruguayo iba a sancionar desde ahí en más con idéntico rigor. Y, a pesar de esto, la impotencia local repitió este modo de presentarle oposición a su adversario en una auténtica muestra de chatura y orfandad futbolística.

Las asociaciones en la zona media, en la cual Alexis Mac Allister trabajó como cinco clásico, Nahuel Molina como descarga por la derecha y Nicolás González haciendo la banda extrema izquierda tanto en el retroceso como en la penetración, permitieron que automáticamente se potenciaran Enzo Fernández y Rodrigo De Paul rompiendo líneas e intercalando pases filtrados, sobre todo para un Julián Álvarez tácticamente perfecto: sacó de posición a los centrales y fue referencia tanto llegando al área como dentro de ésta.

La gravitación de “Fideo” para hallar el espacio libre a la búsqueda de triangulaciones en la corta y en la larga, ratificaron que es un jugador completo y capaz de desenredar una zona compacta con la toma de decisión justa y adecuada al momento: encarar en la individual o asociarse a través de asistencias milimétricas y perfectamente ejecutadas.

El tres a cero redondeó una producción de alto vuelo en un escenario más de una vez esquivo para representaciones nacionales, aunque para la gestión Scaloni se haya convertido en la segunda victoria consecutiva y en sendas eliminatorias 2022 y ahora 2026.

La Scaloneta trepó a las alturas sin necesidad de tubos de oxígeno o atrincherarse defensivamente en torno a su área. Si a esto le agregamos que, el mejor de todos aportó presencia solamente desde el banco, lo cierto es que esta prueba no solo tranquiliza en modo presente sino que cuenta con el valor agregado de que esta generación tendrá materia prima suficiente como, al menos, para dos o tres mundiales más ya sin Leo, Ota ni Angelito.

¿Qué más se puede pedir que mantener y consolidar esta esperanza autosustentable?

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