El Gargantini fue una verdadera Caldera. El espíritu Azul se hizo sentir tras la heroica victoria alcanzada ante Atlético Rafaela por 3 a 2.
Era necesario el triunfo. Queda poco margen y a esta altura del campeonato no se permiten errores, el que pierde queda afuera. Por eso la desesperación, por eso la enjundia, por eso el amor propio que le permitió a Independiente Rivadavia volcar la historia a su favor.
El Azul marcha tercero con 47 unidades, los mismos que tiene Deportivo Morón, pero la diferencia de gol posicionan al equipo mendocino un lugar más arriba que El Gallito.
Brown de Puerto Madryn será su próximo rival al que visitará en el bello balneario patagónico. Los Balleneros marchan en la penúltima posición en la tabla de valores con 31 puntos y sólo supera a Ramón Santamarina que cierra la zona B con apenas 29 unidades. Es un rival complicado y accesible a la vez.
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En la penúltima fecha Independiente recibirá a Brown de Adrogué, un rival que también tiene aspiraciones de introducirse en el reducido, ya que marcha en la séptima colocación con 43 puntos, a cuatro de La lepra. Es peligroso y habrá que ganar o ganar para llegar con vida a la última fecha.
El último capítulo es de terror. San Juan será el escenario y su archirrival San Martín el oponente. Todo lo que significa este duelo cuyano le da el rótulo de clásico y sabido es que San Martín hará todo lo posible por cerrar la temporada con una victoria y más si en ese cierre se encuentra Independiente. Será un duelo para alquilar balcones.