Seis años después de la trágica muerte de Débora Pérez Volpin, el tribunal oral ha tomado la decisión de absolver a dos de los principales implicados en la causa por encubrimiento. Roberto Martingano, ex director del Sanatorio de La Trinidad de Palermo, acusado de encubrimiento, y Miriam Frías, la instrumentadora quirúrgica que atendió a la víctima y enfrentaba cargos por falso testimonio, han sido absueltos tras el segundo juicio relacionado con este caso.
La periodista falleció el 6 de febrero de 2018 en el Sanatorio de la Trinidad, en el barrio de Palermo, y este segundo juicio buscaba establecer responsabilidades por encubrimiento.
La familia de Pérez Volpin, representada por el abogado Diego Pirota, solicitó condenas de tres años de prisión y 10 años de inhabilitación para Martingano, así como tres años para Frías por falso testimonio.
Adicionalmente, se solicitó la extracción de testimonios por el delito de estafa procesal, dado que se sospechaba que la documentación presentada para respaldar la compra del equipo endoscópico era falsa. La fiscalía también pidió penas de tres años para Martingano y dos años para Frías. Sin embargo, las defensas abogaron por la absolución.
El tribunal, tras evaluar la evidencia presentada, decidió absolver a ambos acusados al considerar que no existían pruebas suficientes para emitir condenas. Los fundamentos de esta decisión aún no han sido revelados.
La sorpresa ante el veredicto fue evidente entre las partes involucradas. Tanto el abogado Pirota como la fiscalía anunciaron su intención de apelar la resolución. Pirota expresó su sorpresa y afirmó que recurrirán la sentencia, subrayando la importancia de la valentía en la búsqueda de la verdad. Mientras tanto, Vadim Mischanchuk, defensor de Martingano, destacó que el resultado del juicio refleja la falta de pruebas que respalden las acusaciones de encubrimiento.
La muerte de Débora Pérez Volpin
La trágica muerte de Débora Pérez Volpin en 2018 ya había llevado a la condena del endoscopista Bialolenkier por "homicidio culposo", mientras la anestesista Nélida Puente fue absuelta en ese momento.
Este segundo juicio buscaba esclarecer posibles actos de encubrimiento entre médicos y la instrumentista. Martingano enfrentaba acusaciones relacionadas con la manipulación de pruebas, entregando un endoscopio con números de serie alterados y sustrayendo información crucial a la justicia sobre el estudio médico. El resultado del juicio ha suscitado controversias y se espera que las apelaciones arrojen luz sobre este caso tan complejo.