Tanto Aerolíneas Argentinas como algunas low cost ya programan vuelos desde el aeródromo porteño para vuelos de cabotaje. Se espera que pronto se sumen los internacionales a países limítrofes.
Luego de siete meses y medio, las obras en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery transitan su etapa final y confirman que, si no hay ningún inconveniente, volvería a funcionar a partir del 15 de marzo, para alivio de los viajeros de cabotaje que ahora deben trasladarse hasta Ezeiza para viajar. Incluso, tanto Aerolíneas Argentinas como Jetsmart comenzaron a vender pasajes para tramos nacionales a partir de esa fecha y saliendo desde la Capital Federal. Se estima que en breve también se sumará Flybondi.
Según consigna La Nación, junto con la habilitación aerocomercial abrirán los locales comerciales que están dentro del aeropuerto, aunque como ocurre en Ezeiza, solo está permitido el acceso consumir a aquellas personas que tengan su pasaje para volar. Como anticipamos, a los vuelos de cabotaje se sumarán, en el caso de Aerolíneas Argentinas, destinos internacionales como Lima, San Pablo, Río de Janeiro, Santa Cruz de la Sierra y Montevideo. Según dijeron desde la aerolínea de bandera, el plan de regionalización había sido aprobado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) en marzo del año pasado, pero no se pudo concretar por la pandemia.
Todavía está en discusión qué pasará con los vuelos internacionales de las aerolíneas low cost, que hasta comienzos del año pasado operaban desde El Palomar, luego de que la ANAC dispusiera el cierre de ese aeropuerto para actividades aerocomerciales. Por ahora, Jetsmart operará desde el Aeroparque solo sus destinos de cabotaje, mientras que los vuelos a Chile seguirán despegando desde el aeropuerto internacional de Ezeiza. Se sabe que el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) acordó con las low cost que seguirían pagando las tasas aeroportuarias diferenciadas que tenían en El Palomar aunque cambien de aeroestación, un cargo que influye significativamente en el precio del pasaje.
Las obras de modernización y alargue de la pista de despegue y aterrizaje que programó el gobierno tienen como fin la regionalización del Aeroparque, a diferencia de la administración anterior, que había dispuesto que el aeropuerto porteño sea solo para vuelos de cabotaje, lo que ocasionó que todas las empresas muden sus operaciones internacionales a Ezeiza.
Incluyen la construcción de nuevos estacionamientos sur y en subsuelos (en tierra ganada al río debajo de un nuevo parque costero), así como ampliar las áreas de check in y capacidad de la terminal. Además se le sumaron 615 metros a la pista, que tenía originalmente 2.100 m de largo, y la ensancharon 20 m. En el sector de vuelos internacionales se amplió el área de arribos con la incorporación de 800 m2 de superficie y se refuncionalizará el sector de partidas en la terminal de pasajeros, que abarcará una superficie aproximada de 4.630 m2.